La fumigación ha resultado ser uno de los métodos más efectivos para deshacernos de las plagas. Dentro del mismo se aplican productos químicos, que se hallan en el mercado y resultan ser oportunos para controlar toda clase de plagas. Pero también pueden ser nocivos para la salud de los individuos y los animales de la vivienda.
Si ya probaste con remedios caseros y no conseguiste acabar con las plagas de tu vivienda, vas a tener que llamar a un servicio profesional. No obstante, antes de iniciar con el proceso de fumigación tenés que preparar la vivienda.
- En primera instancia, deberás limpiar, desinfectar y ordenar.
- Evita dejar residuos orgánicos. Así pues, eliminá la basura y los desechos para que no genere olor y atraiga a las plagas.
- Todos aquellos alimentos que tengan la posibilidad de estar en contacto con la sustancia, deberás guardarlos. Y si te sobró comida, en lo viable guárdala en la heladera.
- Retira las fundas de colchones, cunas, almohadas o muebles tapizados.
- Deja abierta las puertas en tu propiedad, incluida la de armarios y cajones, así como las cortinas y persianas.
- Apaga y desconecta cualquier fuente de calor.
Antes de iniciar con la fumigación, deberás sacar las mascotas de tu hogar y hacerte de un equipo para protegerte del químico. Así pues, es imprescindible que utilices guantes y una mascarilla, para que no te intoxique con el insecticida.
Trata de extenderlo por las regiones más problemáticas, como la cocina, baño y dormitorio. Una vez que concluyes con la expansión del químico, deberás tener presente algunas precauciones.
Tendrás que cerrar la vivienda, por lo menos entre 2 a 4 horas. Seguidamente, debes ventilar bien la vivienda, abrir las ventanas y las puertas a lo largo de 30 min. Pasadas unas horas tendremos que limpiar los pisos.